Tuve una herida en el pecho,
una herida que nunca pensé sanaría,
y esa llaga hoy ha sanado
porque el Padre eterno
me ha enviado alegría.
Hoy mi alma dice GRACIAS
por tanta bondad,
por amor sin medida,
te agradezco mi Señor
el que nunca te olvides
de esa pequeñita.
Hoy me he vuelto a enamorar
de la vida que es grande
y que tiene sentido.
Y así es que quiero gritar:
» Dale siempre pa´lante»
«Dale con ahínco»
Hoy te quiero recordar
que te amo por siempre
con amor infinito,
no me dejes vos de amar
muéstrame que me quieres
porque yo te necesito.