Y había yo empezado a escribir:
Pudiera quedarme viendo mis tristezas,
preguntándole a la noche
si ella ha visto mis penas.
Pudiera quedarme con el suspiro anhelante
de saber que SI EXISTES
y saborear por un instante
el dulce sueño de sentirme plena.
Pero sé que lo que veo, vivo y siento
en otra realidad diferente queda.
Y mis palabras, mis anhelos y mis sueños
se hacen como un eco y quedan en el etéreo.
Y justo cuando iba a continuar, me vino otro pensamiento:
“No llenes tu corazón de amargura, ni de penas.
Deja que la luz limpie tus venas
para que así podás ver el sueño aquél
al cual todos estamos destinados…
!Vive, siente, pero VIVE!
Derrama luz por todos lados
y permite que otras almas
se alimenten de ella”
Y yo digo:
Quién tenga oídos, ojos y corazón
¡que escuche, vea y sienta!
Responder