Luz me das y te doy gracias
Para siempre An’ana’sha
Por cuidarme y por guiarme
Pero sobre todo por usarme.
¡Te quiero tanto Padre mío!
Que a tu lado nada me falta,
Sólo sígueme dando tu virtud
Para seguirte amando siempre
Y para vivir de acuerdo a tu voluntad.
Que la luz no me haga falta,
Que al contrario se haga fuerte
Que la derrames en este ser
Que tan dispuesto está a escucharte
Y cantar tus verdades.