Te amo profundamente
como siempre te he amado.
Te amo desde siempre,
aunque por mucho tiempo te haya olvidado.
Déjame recordar
la esencia que hay entre los dos.
Déjame ver hoy tu luz
que se funde conmigo en amor.
Yo te amo siempre así:
Calladito, sin palabras;
y te amaré aún más
cuando al fin me reconozca
como parte de vos.
Amame así, despacito, con calma,
que yo te espero con ansías,
aunque sé esperar paciente
el tiempo que sea de los dos.
Responder