No tengo más palabras
que no sean de agradecimiento;
por cuidarme cada paso,
por mostrarme tu luz y darme entendimiento.
Yo te quiero Padre mío
más de lo que jamás he querido
y anhelo tu total presencia
en cada alma que se dice ser tu hijo.
Quédate Padre eterno,
sígueme mostrando el camino.
Que tus ángeles guíen mis pasos
y eleven al máximo mis sentidos.
Hazte presente, a cada instante
como ese ser que siempre está conmigo.
Eleva en mí, tu amor inmensurable
tu paz, tu gozo, y dame siempre tu tierno abrazo de amigo.
A Dios Padre, es el único que nos mantiene en pié 😉
Así mismo es 😉
Gracias por pasarte y comentar 🙂