Y aquí estoy una vez más…
sumergida en el recuerdo de aquello que no sé.
Lo más gracioso es que cuando pienso que ya he olvidado,
que ya he trascendido, que ya lo tengo controlado
se aparece aquel sueño del recuerdo que no sé
y me deja suspirando, algo así como rozando la melancolía cruel.
¡y es que claro! ¿Cómo es que aún no lo he entendido?
no se trata de controlar o de dejar en el olvido.
Se trata más bien de comprender la inmensidad de tal suceso
y llevarla guardada en el pecho para que cuando sea el momento
yo la saque desde adentro y disfrute del encuentro.
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