Apenas voy rozando el eco de tu mirar,
rozando el olor que transmites y me hace suspirar.
A veces creo entender todo tu amor,
pero la verdad es que apenas rozo ese caudal de luz que representas.
Me detengo a apreciar el rayo de tu presencia que va, viene,
se transforma y hace eco, y todo termina en el sonido de ese eco inefable
que produce tu voz, que produce tu ser, que produces amor.
Apenas voy a la mitad del camino,
a la mitad de alcanzar ese eterno amor compartido,
ese que me trae descanso solo cuando me encuentro con vos.
¡Y vaya contrariedad!
A veces creo estar muy cerca,
pero la verdad es que sigo estando lejos de encontrar tu verdad.
Me quedan mis años, me queda el espacio,
y esa sensación de eterna desolación.
Me queda el no saber, me queda la inseguridad.
Aunque sin duda, me queda el amor, el tiempo y las ganas,
tantas ganas de saber quién y cómo sos.
Y sin duda, me queda siempre,
siempre siempre tu perfecto amor.
Responder