No sé si llego ya tarde al encuentro de tus caricias.
No sé si tú me acompañes en este reencuentro de amor sin medida.
Sólo sé que de pronto pude alzar el vuelo
y fui a aquel rincón de ensueño donde estás tú, donde sobran melodías.
Háblame, no te estés quieto,
enséñame a entender tu amor cargado de recuerdos.
Entra, entra ya por la ventana mía
y déjame con la emoción que me produce tu venida.
Susúrrame otra vez aquel nombre que despierta mi sentidos,
permite que tu música salga del vacío
y haga eco en este pobre corazón que se precipita a encontrar tu abrazo,
a encontrar tu mirada, a encontrar tus caricias.
Un dulce encuentro… ¡Lo mejor de todo el día…!
Un abrazo
Sin duda así sería! 🙂
Va de vuelta el abrazo.