Observo la noche,
al cielo oscuro que orondo se queda,
y mi pecho se ancla al silencio,
al sentir oscuro de la noche en vela.
Y llega el aroma,
y respiro con un profundo aire donde cunde la nada,
solo esa fragancia que a mi nariz asoma.
Y me quedo quieta,
sabiendo que detrás de este «no haber»
hay más presencia de la que supongo.
Y así llega el viento, potente, con fuerza,
llevando tu esencia, esa que me cubre.
Llevándose lejos tal cual pensamiento
que apresa mi pecho, sí, que lo apresa.
Así doy las gracias,
a tu pensamiento, a esas ideas que fluyen conmigo,
esas tantas ideas que brotan de mi alma,
pero que sé que no me pertenecen, sólo son prestadas…
©Carol Sol[is 2016
Muchas gracias Superduque777!
Un abrazo!