Adiós 2016, año cruel, de muchos desencuentros, de mucha guerra, de tanto desamor, miedos, de cosas insólitas, y también de muchas verdades que salieron a la luz. Un año donde logré conocer más a las personas, tuve desilusiones y también me di cuenta que el centro siempre debe de estar en mí, no en los demás.
He procurado -y seguiré haciéndolo- sonreír, verle el lado positivo a las cosas, poner un poco de esfuerzo en comprender a las personas, sin que eso me saque de mi centro, de mi espiritualidad que es lo más valioso que tengo.
En fin, fue un año complicado, de aciertos y desaciertos, pero también un año de un entendimiento profundo de mi propio ser, de un amor profundo hacia mi misma y mi familia; así que gracias 2016, por haberme puesto todas las pruebas posibles para que yo creciera y amara de la manera que amo hoy.
2016, te doy las gracias y te digo adiós.
Muy buena entrada que nos hace pensar……
Feliz año , amigo!
Gracias! Feliz año para ti también !