He encontrado otra sublime razón por la que vivir, por la cual entregar este corazón.
He encontrado una no tan nueva pasión, y en ella descubro la sutilidad de mi alma
convertida en palabras, convertida en verdadera emoción.
Habían pasado tantos años, tantísimo tiempo sin que yo sintiera tu amor en tan determinante forma.
Por fin escuché tu música, tu armoniosa melodía, por fin la sentí y la hice mía.
Por fin entendí el verdadero mensaje de aquellas tus palabras que un día sonaron en mi mente.
Por fin entendí el verdadero sentir, el verdadero significado de aquella voz y melodía que un día escuché.
He reencontrado mi pasión, mi amante eterna, mi luz, mi vida, mi canción.
Y ya no queda más el rastro del dolor, del desconsuelo que agobiaba al corazón.
Quédate y adhiérete a mis venas hermosa melodía celeste.
Quédate y no te vayas más.
Es muy bonito, felicidades 🙂
Muchas gracias Estefanía. Gracias por pasarte por este espacio.