Tu recuerdo me ha traído
otra crisis fugaz, la melancolía fatal
que me hace perder la razón
y que me trae tanto dolor.
Una vez más caigo en el abismo
para verme en el espejo
y saber que siempre estás allí
recordándome que debo salir de esto.
Una vez más te presentas con tu fuerza
y tu solemnidad eterna.
Me desnudas y haces mella
en este pobre corazón.
Y sé que volverás
con el mensaje de siempre
a darme la lección permanente
esa que no miente y me hace suspirar.
Sí, sé que volverás
a darme el aviso final
para ver si al fin esa vez
yo te escucho y dejo de hacerme tanto mal.
Me he dado una vuelta por tu blog, muy buenos poemas
Bienvenido 🙂
Muchas gracias por aparecer por aquí.
Te leeré también.