
Hoy,
extraño más que ayer o que otras veces.
Extraño lo que fue sin ni siquiera recordarlo.
Extraño,
y sé que extraño porque siento el fuego que me quema desde dentro.
Hoy,
te extraño porque al ser esa parte mía que separada se encuentra,
no respiro ya con paz.
Te extraño,
y en el intento por no extrañarte
pierdo una parte de mi identidad,
una parte de este ser, que si bien soy,
no existe si no estás vos.
Te extraño,
y te seguiré extrañando, sin duda con fuerza,
sin duda en mis silencios,
sin duda hasta que volvamos a juntarnos en la eternidad.
Te extraño,
hoy,
me extraño.
Un abrazo!
A veces es la costumbre y otras el añorar lo que no se palpa.