Siento tu caricia, en medio de mi noche cansada. ¿Por qué brillas? – le preguntó la noche a la luna.
Porque quiero iluminar tu paso, para no saberte sola. -respondió la luna.
¿Y qué ganas? – volvió a preguntar así la noche.
Tu atención, tu suavidad, tu aroma, tu corazón. -respondió la luna.
¿De qué sirve iluminar mis noches si una vez al mes te vas? -dijo la noche
Nunca me voy, siempre estoy -respondió la luna. No porque no me veas significa que no estoy. Aprende a sentirme, aprende a aceptar mi realidad, mi presencia y no te enfoques más en mis ausencias que no existen, que no son verdad.