Padre nuestro que estás en los cielos,
que estás en la tierra y en mi alma también.
Yo hoy te agradezco todas tus bondades,
todo tu cuidado y tu comprensión.
Padre nuestro que estás en los cielos
y que vives dentro de los corazones;
hoy quiero alabarte y glorificarte
por cuidar de mi y por guiarme.
Padre nuestro, eterno pan de vida
que todos los días nos das provisión.
Bendícenos, protégenos siempre,
danos de tu paz, danos más amor.
Padre nuestro, siempre tan amante
eres Dios triunfante, amoroso creador.
Eres el Eterno, eres en quien creo:
El amante Padre, el gran Yo Soy.
Padre nuestro, eterno pan de vida
que no desamparas, que siempre muestras Vida.
Gracias por ser luz, por mostrar caminos,
por amar y experimentarte conmigo.