Voy a celebrar mi vida.
Celebraré cada día mi existencia
y ese mar de posibilidades
a las cuales se ha adherido mi consciencia.
Hoy celebro la grata compañía del Creador,
quien siempre está a mi lado,
protegiéndome y labrando -junto conmigo- mi camino.
Hoy brindo por tu amor,
por esa total entrega
que has tenido hacia mi
mi buen Padre, mi Señor.
Hoy no solo reconozco tu mano de luz
posándose en mi vida.
Hoy decido así vivirla: Para siempre agradecida,
gozando de tu virtud, tu paz y tu armonía.
Muchas gracias mi Señor.